martes, 6 de julio de 2010

Hacerse cargo. Orina culpa...

Paraná (ADP, enviado especial) Terminó el sueño mundialista de la peor forma. Mucho se va a hablar del equipo, de sus fallas, sus falencias ofensivas –su mala leche ofensiva hoy– pero nadie se va a hacer cargo de los defectos propios. Yo sí. Acá vamos.
Para empezar, el cambio de lugar obligado. Yo no quise hacer caso a eso. Ver el partido en casa de Andrea o en casa de Patito había dado resultados. Verlo en el Zenith en el trabajo, también.
Hasta hoy, los partidos de la selección que yo había estado fuera de Buenos Aires venían con un balance positivo: 2 victorias y un empate (0–0 con Brasil, mundial 78 en casa de mi tío Pichón, 6-0 con Ecuador, preolímpico 1996 en Mar del Plata -el único partido que yo ví en la cancha–, 1-0 con Japón, mundial 98 en un hotel de Villa Carlos Paz) Con ese antecendente, ver el partido en Paraná, no me parecía un problema, mientras tuviera al cuidado el resto de la red de cábalas.
Y ahí las cosas empezaron a fallar. Acomodado en el sillón, ya puesto canal 7, me pongo los auriculares para escuchar "No más para mirarte” de Cruz Maldonado, que había sido el tema elegido para tapar el himno en los partidos anteriores y el auricular derecho no funcionaba. Llegué a tiempo a poner el televisor en mute, pero ahí me di cuenta que la sintonía de las radios es otra distinta a la de Buenos Aires y no sabia como escucharlo a Victor Hugo. Esa distracción, en la que desesperadamente busqué una radio y traté de sintonizar una repetidora con la voz del uruguayo, dio el tiempo justo para que nos metieran el primero. No fue el fau inocente de Otamendi, ni la forma estúpida en que tomaron las marcas en ese tiro libre cuando iban 2 minutos de partido... Fui yo que no pude escucharlo a Victor Hugo y me conformé con el relato de la tele.
Y después, no hubo como levantarlo, porque justo cuando estábamos para empatar, mi vieja volvió al living donde miraba yo el partido y preguntó como iban. Y no hubo forma... cambios desesperados entre Canal 7 y Telefe, cambio de lugar, de sillón, cuernitos, nada. Como le dije a Débora: Cuando la leche está cortada, por más que batas no se puede hacer flan.
Y bueno, ahora la mano de Dios no va a tener que hacer sana sana a todos.
Pero me confieso, algo de responsabilidad mía hubo, sobretodo en el primer gol.


0 comentarios:







eXTReMe Tracker
Powered By Blogger