domingo, 24 de enero de 2010

Secretos (Unplugged 17)

La tarde. Casi las cinco. Hoy más unplugged que nunca: Están arreglando la instalación eléctrica del laboratorio y todo el entrepiso está a oscuras salvo un enchufe del cual me he encargado de conectar -a saber- el centro musical, la cafetera y -recién nomás- mi computadora.


Tengo las manos como atadas... Y a veces es que uno tiene cosas para escribir pero algo no se lo deja hacer. Quizás sea ese mismo algo el que le permite a uno poseer secretos propios, aunque soy de la idea que no existe el secreto hasta tanto no haya al menos dos personas que conozcan el secreto. Se me dirá que uno puede tener como secretos códigos para abrir cajas de seguridad, que no son en general los secretos que me gustan... Los secretos no se reducen a la clave de acceso a Los Pinos II que uno pueda tener. Los secretos son confidencias de un alma depositadas en otra. Ha de suceder siempre que esa alma depositaria tiene una fe ciega en la otra alma y conforme esta fe crezca, las confidencias serán más valiosas para aquel que esté confesándose ante el otro y si el otro tiene una fe ciega similar, sabrá apreciar -y guardar por siempre- el secreto que se le ha dado.
Ahora... esas cosas suyas, muy suyas que uno tiene y que le pertenecen a uno, ¿pueden ser considerados secretos? Sin entrar en detalles, y sin seguir hasta más allá de lo que sigue ahora: ¿Quién levanta la mano diciendo que no tiene ningún tipo de intimidad muy pero muy propio?

Bueno, yo me sentía con ganas de escribir algo... pero algo no me dejó.



0 comentarios:







eXTReMe Tracker
Powered By Blogger